Desde la antigüedad hombre siempre a mirado hacia el cielo, ha estudiado lo que se ve en él y se ha preguntado ¿Qué relación existe entre nosotros y eso?
Los primeros telescopios nos enseñaron que el universo era muy diferente, no solo dioses, sino, planetas estrellas e inmensas nubes de gas.
En 1975 Manuel Kant, explico cómo las nubes o nebulosas podían colapsar y condensarse hasta formar planetas y estrellas a la cual llamo la “teoría nebular”. La cual hoy en día nos sigue ayudando a resolver los misterios y nos ha revelado cual es el origen del sol y los demás planetas y lunas de nuestro sistema solar.
El telescopio espacial spitzer, puede observar otros sistemas más lejanos atraves de los cúmulos de nubes de polvo y gas que opacan la visión normal, observando la radiación infrarroja que botan las estrellas, por medio de los sensores infrarrojos que trae equipados el spitzer.
SPITZER.
Gracias al spitzer se ha logrado conseguir distinguir el momento en el que el polvo comienza acumularse y calentarse hasta que al final emerge la nueva estrella.
La gravedad ejerce la misma fuerza en todas direcciones y su efecto es siempre atraer la materia hacia el centro, puede convertir cualquier objeto en una esfera, por esta razón es que los planetas del sistema solar son esferas circulares o semicirculares, si sobrepasan los 480 kilómetros en diámetro, no pueden presentar otra forma que no sea un circulo.
La forma en que la materia se acumule ya sea en gas (Júpiter) o solido (mercurio) depende solamente de la temperatura, a medida de que se va alejando del sol desciende la temperatura y se acumula la materia en forma de gas, formando a los planetas como Urano Neptuno y Júpiter.
Comentario: Al ver la inmensidad del universo atraves de el telescopio SPITZER, es muy gratificante pero a la vez sentir esa impotencia de conocer lo mínimo del universo me lleva a cuestionarlo más. Sin duda el principio de nuestro sistema solar fue catastrófico, explosiones nucleares, bombardeos de asteroides, acumulación de gas, y materia que con el tiempo fue formando lo que conocemos hoy en día como: el calmado y pacifico sistema solar actual.